Historia de la física.
Es conocido que la
mayoría de las civilizaciones de la antigüedad trataron desde un principio de
explicar el funcionamiento de su entorno; miraban las estrellas y pensaban cómo
ellas podían regir su mundo. Esto llevó a muchas interpretaciones de carácter más
filosófico que físico; no en vano en esos momentos a la física se le
llamaba filosofía natural. Muchos
filósofos se encuentran en el desarrollo primigenio de la física, como Aristóteles, Tales de Mileto o Demócrito, por ser los primeros en tratar de buscar algún tipo
de explicación a los fenómenos que les rodeaban. A pesar de que las teorías
descriptivas del universo que dejaron estos pensadores eran erradas, estas
tuvieron validez por mucho tiempo, casi dos mil años, en parte por la
aceptación de la Iglesia católica de
varios de sus preceptos, como la teoría geocéntrica o
las tesis de Aristóteles.
Esta
etapa, denominada oscurantismo en la ciencia de Europa,
termina cuando el canónigo y científico Nicolás Copérnico,
considerado padre de la astronomía moderna, en 1543 recibe la primera copia de
su De
Revolutionibus Orbium Coelestium. A pesar de que Copérnico fue
el primero en formular teorías plausibles, es otro personaje al cual se le
considera el padre de la física como la conocemos ahora. Un catedrático de
matemáticas de la Universidad de Pisa a
finales del siglo XVI cambiaría la historia de la
ciencia, empleando por primera vez experimentos para comprobar sus aseveraciones: Galileo Galilei. Mediante el uso del telescopio para observar el firmamento y sus trabajos
en planos inclinados, Galileo
empleó por primera vez el método científico y
llegó a conclusiones capaces de ser verificadas. A sus trabajos se les unieron
grandes contribuciones por parte de otros científicos como Johannes Kepler, Blaise Pascal y Christian Huygens
Posteriormente, en
el siglo XVII, un científico inglés reunió las ideas de Galileo y Kepler en un solo trabajo, unifica las ideas del
movimiento celeste y las de los movimientos en la Tierra en lo que él
llamó gravedad. En 1687, Isaac Newton, en su obra Philosophiae
Naturalis Principia Mathematica, formuló los tres principios del movimiento y una
cuarta ley de la gravitación universal,
que transformaron por completo el mundo físico; todos los fenómenos podían ser
vistos de una manera mecánica.
El trabajo
de Newton en este campo perdura hasta la
actualidad; todos los fenómenos macroscópicos pueden ser descritos de acuerdo a
sus tres leyes. Por eso
durante el resto de ese siglo y el posterior siglo XVIII todas las investigaciones se basaron en sus
ideas. De ahí que se desarrollaron otras disciplinas, como la termodinámica, la óptica, la mecánica de fluidos y
la mecánica estadística. Los
conocidos trabajos de Daniel Bernoulli, Robert Boyle y Robert Hooke, entre otros, pertenecen a esta época.
En el siglo XIX se produjeron avances fundamentales en la electricidad y el magnetismo, principalmente de la mano de Charles-Augustin de Coulomb, Luigi Galvani, Michael Faraday y Georg Simon Ohm, que culminaron en el trabajo de James Clerk Maxwell de
1855, que logró la unificación de ambas ramas en el llamado electromagnetismo. Además, se producen los primeros
descubrimientos sobre radiactividad y el descubrimiento
del electrón por parte de Joseph John Thomson en 1897.
Durante el siglo XX, la física se desarrolló plenamente. En 1904, Hantarō Nagaoka había
propuesto el primer modelo del átomo, el cual fue confirmado en parte por Ernest Rutherford en 1911, aunque ambos planteamientos
serían después sustituidos por el modelo atómico de Bohr, de
1913. En 1905, Einstein formuló la teoría de la relatividad especial,
la cual coincide con las leyes de Newton cuando los fenómenos se desarrollan a
velocidades pequeñas comparadas con la velocidad de la luz. En 1915 extendió la
teoría de la relatividad especial, formulando la teoría de la relatividad general,
la cual sustituye a la ley de gravitación de Newton y la comprende en los casos
de masas pequeñas. Max Planck, Albert Einstein, Niels Bohr y otros, desarrollaron la teoría cuántica, a fin de
explicar resultados experimentales anómalos sobre la radiación de los cuerpos.
En 1911, Ernest Rutherford dedujo
la existencia de un núcleo atómico cargado positivamente, a partir de
experiencias de dispersión de partículas. En 1925 Werner Heisenberg, y en 1926 Erwin Schrödinger y Paul Adrien Maurice Dirac,
formularon la mecánica cuántica, la cual
comprende las teorías cuánticas precedentes y suministra las herramientas
teóricas para la Física de la materia condensada.
Posteriormente se
formuló la teoría cuántica de campos,
para extender la mecánica cuántica de acuerdo con la Teoría de la Relatividad
especial, alcanzando su forma moderna a finales de la década de 1940, gracias
al trabajo de Richard Feynman, Julian Schwinger, Tomonaga y Freeman Dyson, que formularon la teoría de la electrodinámica cuántica.
Esta teoría formó la base para el desarrollo de la física de partículas.
En 1954, Chen Ning Yang y Robert Mills desarrollaron
las bases del modelo estándar. Este
modelo se completó en los años 1970, y con él fue posible predecir las propiedades de
partículas no observadas previamente, pero que fueron descubiertas
sucesivamente, siendo la última de ellas el quark top.
Los intentos de
unificar las cuatro interacciones fundamentales han
llevado a los físicos a nuevos campos impensables. Las dos teorías más
aceptadas, la mecánica cuántica y
la relatividad general, que
son capaces de describir con gran exactitud el macro y el micromundo, parecen
incompatibles cuando se las quiere ver desde un mismo punto de vista. Por eso
se han formulado nuevas teorías, como la supergravedad o la teoría de cuerdas, donde
se centran las investigaciones a inicios del siglo XXI. Esta ciencia no desarrolla únicamente teorías:
también es una disciplina de experimentación. Sus hallazgos, por lo tanto,
pueden ser comprobados a través de experimentos. Además sus teorías permiten
establecer previsiones sobre pruebas que se desarrollen en el futuro.
Gracias a su vasto
alcance y a su extensa historia, la física es clasificada como una ciencia
fundamental. Esta disciplina científica puede dedicarse a describir las
partículas más pequeñas o a explicar cómo nace una estrella, por ejemplo.
Galileo Galilei, Isaac Newton y Albert Einstein han sido algunos de los físicos
más reconocidos de la historia. El desarrollo originario de la física, de todos
modos, quedó en mano de los filósofos griegos. En este sentido, habría que
destacar, por ejemplo, la figura de Empédocles que fue un filósofo y físico
griego que llevó a cabo la demostración de la existencia del aire. Y lo hizo
mediante un artilugio que recibió el nombre de clepsidra, que era una esfera de
cobre que se llenaba de agua cuando se sumergía en dicho líquido y que se
caracterizaba porque tenía agujeros en el fondo y un cuello abierto.
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